lunes, 8 de abril de 2013

"He okupado porque lo único que me ofrecen es 50 €uros por violarme cada noche"

Tras la suspensión del desahucio decretada por el juzgado el pasado viernes 5 de abril, las familias de la Corrala Buena Ventura han mantenido hoy una reunión con los responsables de Bankinter.

En la misma, los representantes de la entidad financiera han mostrado su predisposición a alcanzar un acuerdo, y para ello han emplazado a las familias a una reunión en la Dirección General de Vivienda en Sevilla.

Las familias han mostrado su determinación para convertir la lucha de la Corrala Buena Ventura, en un emblema en la lucha por el Derecho a vivienda en España. Este Derecho está reconocido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y viene recogido por la Constitución española, así como en diversos tratados internacionales suscritos por España, y legislación autonómica de la Junta de Andalucía.

Particularmente, los vecinos de la Corrola Buena Ventura piden a la Junta que destine el importe de las sanciones a los bancos e inmobiliarias por tener pisos vacíos para alquilar estos a familias en grave riesgo de exclusión social. Nos gustaría recordar que detrás de la expresión “exclusión social” se encuentran noches interminables a la intemperie. Esperar que nadie pase por la calle para poder rebuscar en un contenedor, o tener que mentir a tu hijo diciéndole que todo irá bien, cuando no tenemos un lugar donde caernos muertos. Estos son nuestros testimonios, menos el de una compañera que le da verguenza parecer, poruqe lo único que le ofrecen es prostituirse por 50 €uros la noche, pero incluso le regatean por violarla.  "No tengo ni hogar, ni nada que comer. No me queda ni vergüenza

Aquí van los demás testimonios:

María, 23 años, no tiene ayudas porque los requisitos son muy exigentes. Lleva mucho tiempo buscando trabajo, pero no encuentra. Sin trabajo no puede pagar un alquiler. Ha decidido vivir dignamente.

Antonio 22 años, con una niña de 9 meses. Está en la calle. Su bebé sufrió una grave enfermedad respiratoria, y no podía respirar. Estaba en el hospital, pero le dieron el alta porque faltaban camas por los recortes. Entró en el edificio, que estaba con la puerta abierta para salvar la vida de su hija.  

 Camille: Camina por la calle y ve muchas casas vacias y mucha gente sin casa. El sentido común le dice que hay que juntar gente sin casa, y casas sin gente.      

José María está viviendo en la calle desde Febrero. Tiene dos niños, y uno en camino. Mis niños no tienen casa, y voy a luchar por su derecho.

Pablo, 33 años, lleva 5 años en la calle y necesita un hogar.    


Yuli: 42 años, lleva 5 años viviendo en una tienda de campaña. Vió una casa vacia y decidió tener una vida digna.    


Estos compañeros no dan la cara, porque les hacen sentirse (todavía) avergonzados en su lucha por sobrevivir:

  •  Yanira, 20 años exige su Derecho a la vivienda para poder formar una familia.
  •  Sara: No comprende por qué hay personas viviendo en la calle que no ocupan su casa.
  •  Quira: 36 años, 3 niños y un nieto. Ha sido desahuciada. Exige su derecho a techo para mi hijo.
  •  Natalia: 27 años, ocupa para denunciar la especulación de unos pocos que provoca que haya gente sin hogar. Se ampara en la ley que penaliza a aquellos bancos con edificios vacios.

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