Clientes de Caja Mar exigen explicaciones sobre la venta de la cartera inmobiliaria al fondo buitre Cerberus

La Asamblea Intercorralas decidió en el día de ayer, en nombre de sus miembros hipotecados con CajaMar, requerir a la entidad que aclare si ha transmitido las hipotecas de sus clientes al fondo buitre Cerberus gestionado por José María Aznar Botella. Según los medios de comunicación, CajaMar vendió al fondo buitre, a través de su filia Haya Inmobiliaria, la gestión de su sociedad Cimenta2, por un precio de 225 millones de euros, más 20 millones de precio variable.

El fondo buitre gestionará 7.300 millones de la cartera de inmuebles, sin asumir un euro de riesgo, puesto que tan sólo gestionará su venta, participando de los beneficios, y dejando las pérdidas para la Cooperativa de Ahorros fruto de la fusión entre Caja Rural de Málaga y de Almería. Los fondos buitre se están dando un auténtico festín con los restos de nuestro sistema financiero español, exprimiendo al máximo el beneficio y socializando las pérdidas. Los deudores hipotecarios de Caja Mar quieren asegurarse de que su crédito no pasa a estar en manos de un fondo buitre, que ha mostrado especial voracidad a la hora de desahuciar a familias, que incluso han perdido sus hogares a pesar de ser beneficiarios de la Ley de protección de deudores hipotecarios. El motivo es que el fondo no está obligado por la Ley de Buenas prácticas bancarias, ni por la normativa aprobada para defender a los afectados por hipotecas. En el caso de que Cerberus compre los créditos concedidos por CajaMar conllevara una pérdida de derechos por parte de los deudores, que impuganarán el cambio de acreedor hipotecario ante los tribunales, solicitando que, cautelarmente, no se inscriba la transmisión de dichas hipotecas, puesto que conllevaría una pérdida de derechos que pueden terminar con miles de familias en la calle. Asimismo la Asamblea intercorralas dirigirá una carta al Banco de España para pedirle que supervise la fusión de 20 Cajas Rurales para la creación del Banco de Crédito Social Cooperativo, del que Caja Mar suscribirá el 91% gracias a los 225 millones cobrados del fondo buitre, puesto que en otras ocasiones la fusión de distintas Cajas de Ahorro (Bankia) tan sólo sirvió para hacer más grande un problema que no supo afrontar el Banco de España.