miércoles, 11 de marzo de 2015

Bancosol acapara alimentos de la gran recogida, mientras las asociaciones de reparto están desabastecidas.

Al presidente de BancoSol: Ud. está engañando a las personas que donan alimentos. Recibieron Uds. el premio Príncipe de Asturias a la concordia. Desarrollan una labor importantísima, y les honra su dedicación y buena voluntad.
Reparto de alimentos en La Trinidad. Cerrado.
Muchas personas que que necesitan sus alimentos, se preguntan cómo es posible que sus almacenes estén llenos con cientos de miles de Kg de comida, mientras que las Asociaciones de reparto están vacías, como muchos estómagos.

Uds. nos responden que no son de su competencia, como hubiera alguna ley que determinación que indicara a donde debemos ir. En realidad, Uds. hacen lo que quieren, porque son una Asociación privada.

Le digo que está engañando a las personas que donan alimentos, porque muchos creen que llegan a los barrios marginales de Málaga, y no es así. Todos los barrios estamos desesperados por su comida, que la envían a montañas y desiertos lejanos ( lo cual está muy bien, yo mismo también he estado en el Sahara con ayuda humanitaria), pero no entendemos por qué sus almacenes tienen cientos de miles de kg obtenidos durante la Gran Recogida en Málaga, y los vecinos han sido engañados porque no sabemos el destino de la comida que ha llegado a sus almacenes.

Pero vamos aún más allá: Esos alimentos para bebés que acaparan en sus almacenes, no son suyos. Esos potitos, tampoco. Ni los garbanzos, ni siquiera el arroz. Uds. se están apropiando indebidamente de los alimentos que son de otras personas. Y además de ser moralmente deleznable, es incluso un delito. 
Les hemos pedido que se reúnan con nosotros, y no lo hacen. Desconozco que tendrán los bancos, que a todos los vuelven codiciosos. Su labor no es acaparar. Su labor es distribuir. Si recibe alimentos de los malagueños, quizá debería preguntarle a los malagueños si quieren que se repartan esos alimentos o que se pudran ( como muchas veces los distribuye) en sus almacenes.
Con Ud. una vez más, hemos comprobado que es más honrado robar un banco que presidirlo. Y quizá haya llegado el momento de dignificar su labor.
Un saludo

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